Según fuentes policiales, este método es el más sofisticado de los detectados hasta ahora para introducir droga en España. La semana pasada fue decomisado en Valencia otro alijo de cocaína colombiana, que estaba camuflado en el interior de una máquina pasterizadora de leche.

En este caso, según los investigadores, los traficantes eligieron Valencia para realizar una "experiencia piloto" que posteriormente pensaban extender al resto de España.

Los narcotraficantes impregnaban con pasta de coca las gasas de los lienzos, que cubrían con una goma para evitar que la droga fuera detectada en las fronteras por los perros adiestrados.

Cuando un óleo llegaba a España, los "cocineros" (manipuladores de droga en el argot colombiano) troceaban el cuadro ylo trituraban hasta convertirlo en polvo. La pasta era diluida después en éter y cuando el líquido se evaporaba recuperaban la coca en estado puro.

En la operación fueron arrestados el español L.E.P., de 23 años, un colombiano de 23 años y los bolivianos C.O.A. y R.Z.M, de 30 y 24 años, respectivamente.

La cocaína procedía de Colombia y llegaba a Valencia vía Bolivia y Madrid. Según fuentes de la Guardia Civil, en el chalé de La Eliana donde trabajaba la banda había almacenada maquinaria para la ransformación, así como divisas por valor de 32 millones de pesetas.

Los agentes hallaron también una gran cantidad de lienzos pintados al óleo, guardados en tubos de metal y cartón, para evitar su deterioro.