El grupo de traficantes es de origen colombiano ydistribuía la mercancía en la Comunidad de Madrid. Los sospechosos tomaban grandes medidas de seguridad y sólo se comunicaban personalmente, algunos de ellos utilizaban actividades legales que utilizaban como tapadera.

Uno de los componentes del grupo trabajaba en una clínica dental, otro era cocinero pero en realidad se encargaba de supervisar la preparación de las drogas antes de distribuirlas, mientras que su compañera sentimental, que regentaba un locutorio, se ocupaba de la distribución de la droga y preparaba el transporte a otras zonas de España.

Los agentes de la policía han intervenido, además de los ocho kilos de cocaína, otros dos kilos de sustancia para el corte, 30.000 euros, tres vehículos de gran cilindrada, móviles y otros enseres de menor valor así como diversa documentación.