El laboratorio Sonylaser estaba situado en la plaza de la Trinidad. Durante la intervención se comprobó que el propietario del laboratorio, Rafael López Guardia, tenía en su poder 54 películas ya falsificadas y otras 43 cintas originales que presumiblemente servirían para realizarcopias piratas.

En la operación también se incautaron mesas mezcladoras, correctoras de imagen y sonido, tituladoras, amplificadores, lasser-dics, reproductores y otros aparatos que formaban parte de un amplio equipo con el que se realizaban las falsificaciones en Sonylaser.

La Federación para la Protección de la Propiedad Intelectual de la Obra Audiovisual afirma que este es uno de los pocos casos en los que se consigue encontrar un laboratorio del que salen copias falsas para vender o alquilar n videoclubes, "actuando así contra la piratería en su origen".