Según la asociación de consumidores, el origen del fraude era un sms, enviado desde comienzos de julio, que avisaba al usuario de que tenía un mensaje de voz y que para escucharlo era necesario llamar al 905 545026.

Cuando se llamaba a ese número, una locución identificaba a la empresa como "servicios de ocio y entretenimiento prestados por Jorge Augusto Silva Muñiz" y pedía que se marcase a otro número para "contestar". Al llamar al segundo teléfono, se animaba al usuario a dejar un mensaje y así hasta alcanzar un fraude que alcanzaba los 3,74 euros por cada víctima.

Asimismo, cuando el operador de telecomunicaciones Aplicacions de Servei Monsan conoció las denuncias de Facua cortó la numeración y los servicios que los responsables del timo tenían contratados con él, hasta 15 líneas con prefijo 905 dedicadas a la misma actividad.

Además, Monsan puso en conocimiento del grupo de delitos tecnológicos de la Policía Nacional en Madrid todos los datos de los que disponía en relación al titular de las líneas 905 denunciadas y garantizó que los remitiría a los tribunales.

Facua demandó al Gobierno central y a las comunidades autónomas controles sobre los teléfonos con prefijo 905 para acabar con los abusos y fraudes y a la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones (Setsi) del Ministerio de Industria,que acabe con la carencia normativa en relación a los 905.