Según informó hoy la Jefatura Superior de Policía, la banda tenía su centro de operaciones en la capital, donde fueron detenidos los presuntos máximos responsables, los hermanos también de nacionalidad dominican Fredy y Gerogelina Vargas Rivas, de 35 y 36 años, respectivamente, así como otros tres compatriotas que colaboraban en la organización delictiva.

En la investigación también intervinieron funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía de Santiago de Compostela, Ibiza y Palma de Mallorca, localidades donde los presuntos delincuentes contaban con ramificaciones y en las que los agentes localizaron a 30, 19 y 6 dominicanas, respectivamente, y realizaron varias detenciones.

Los funcionarios del Grupo II de la Brigada de Documentación comenzaron a sospechar de la existencia de esta banda hace unos meses, cuando detectaron que en clubes y locales de prostitución estaban trabajando un elevado número de mujeres procedentes de Santo Domingo, de las cuales, una gran parte habían entrado en España de manera irregular.

A principios de mayo, la policía obtuvo las primeras informaciones sobre la existencia de la banda, que, con sede en Madrid y Santo Domingo, se dedicaba a explotar a mujeres en la prostitucin y en el servicio doméstico.

Las gestiones condujeron hasta la identificación de los presuntos máximos responsables, Fredy y Georgelina, que fueron sometidos a una estrecha vigilancia, lo que permitió a los funcionarios detectar sus conexiones con Santo Domingo y otras ciudades de España.

TRABAJO ASEGURADO

Los agentes descubrieron que la organización delictiva captaba en Santo Domingo a mujeres, de edades comprendidas entre los 18 y los 40 años y de bajo nivel social y cultural, a las que, preio pago de 3.000 dólares, ofrecían emigrar a España con un trabajo asegurado: las más jóvenes en clubes de alterne y las mayores como empleadas de hogar.

Para evitar problemas en el paso de la frontera, proveían a las mujeres, que eran instruidas en la forma de comportarse si eran interceptadas por la policía española, con documentos falsos en los que figuraba una relación de parentesco con las personas que las iban a recoger en el aeropuerto de Barajas.

Esas personas se encargaban de trasladarla al domicilio de Georgelina o al de Fredy, donde permanecían el tiempo imprescindible antes de ser colocadas.

En caso de trabajo doméstico, el contratante tenía que pagar una mensualidad entre 65.000 y 80.000 pesetas a la "agencia de colocación". Transcurridos tres meses, la empleada cambiaba de casa, por lo que los responsables de la banda se embolsaban una nueva comisión.

En la operación fueron detenidas otras cinco personas, tres de ellas en Madrid, una en Santiago de Compostela y otra en Palm de Mallorca: José Antonio Calcaño Mercedes, Francisco Martínez Reyes, Camilo Antonio Vargas Reyes, José Do Santos y José Pérez.

En poder de la organización fueron hallados agendas, libretas y otros documentos que están siendo analizados, además de dos millones y medio de pesetas en dólares y en moneda española.