Los presuntos implicados son Cristóbal C.M, de 38 años, su esposa Cristina R.A., de 28 y Víctor Iván G.B., de 35, los tres de nacionalidad peruana, que residían en una vivienda de la calle Jarandilla número 2, en la que se encontraban en el momento de la detención tres mujeres de entre 24 y 42 años, que habían sido introducidas ilegalmente en nuesto país.

Según fuentes de la investigación, la organización captaba en Trujillo (Perú) a personas de esta nacionalidad a las que, mediante anuncios en la prensa o por contactos directos, ofrecían la posibilidad de venir a España sin ningún tipo de porblema legal, prometiéndoles incluso trabajo y la regularización de su situación una vez en nuestro país.

En contrapartida, los interesados debían abonar una determinada cantidad de dinero. Los interesados en emigrar a menudo tenían que hipotecar o vener sus bienes en Perú o solicitar préstamos a la misma organización, que les cobraba intereses del 20 por ciento mensual.

La hermana de la detenida en Madrid dirigía la red en Perú. Reunía grupos de entre 4 y 8 personas y Víctor G.M., que reside en España como asilado, se desplazaba a Perú para acompañar a los inmigrantes.

La ruta que seguían era Lima-Viena en avión, Viena-Frankfurt en tren, y Frankfurt-Madrid en autobús de línea regular. Al parecer utilizaban esta vía debido a que no se requierevisado para pasar de un país a otro.

En Madrid, el grupo se alojaba en un piso de los integrantes de la organización, donde tenían que abonar el resto del importe del viaje: un total de 3.000 dólares.

Los agentes intervinieron documentación de la que se deduce que el número de inmigrantes introducidos por la red desarticulada podría ascender a 100 personas aproximadamente.