Según informó hoy el Ayuntamiento de Madrid, la intervención policial tuvo lugar tras recibir un expediente del Defensor del Menor en el que se recogían denuncias sobre llantos de niños en un piso.

Los agentes tutores de la Policía Municipal acudieron a la vivienda en la que aparecía un rótulo sobre servicios médicos y contactaron con una pareja que manifestó haber ido al citado lugar para realizar una circuncisión a su hijo.

Los policías inspeccionaron el local, habilitado como clínica y provisto de abundante material quirúrgico, y observaron graves deficiencias sanitarias y de salubridad en todas las estancias del sótano. También encontraron medicamentos caducados.

El médico, presumiblemente relacionado con estos hechos, es I.A.M., de sesenta años y de origen jordano, con titulación oficial de medicina. Según el Consistorio, el médico no entregó a los agentes las preceptivas autorizaciones y licencias de actividad y funcionamiento del local.

La policía formuló las correspondientes denuncias administrativas y realizó un informe detallado sobre las graves circunstancias de insalubridad y seguridad que presentaba la clínica ilegal, que llevaron a las autoridades de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid y de la Junta de Salamanca a precintar inmediatamente el local.