El próximo 15 de enero, un jurado presidido por José Vidal Beneyto, vicepresidente del Movimiento Europeo, e integrado por representantes de la Comisión de la Comunidad Europea, del Parlamento uropeo y personalidades españolas, elegirá de entre esa terna la candidata española al mencionado galardón.

La que salga propuesta competirá con otras once féminas, correspondientes al resto de los estados comunitarios, por obtener el Premio Mujeres de Europa, que reconoce a aquella ciudadana que más se haya destacado, dentro del ámbito de su actividad profesional, por su dedicación a la construcción de la unidad europea.

En la edición de 1990, la representante española fue Salomé de Unamuno, físca nuclear, mientras que en anteriores ocasiones el nombramiento recayó en la actriz Nuria Espert, la periodista Soledad Gallego Díaz y la vicerrectora de Asuntos Europeos de la Universidad de Barcelona, Blanca Vila Costa.

Estas concurrieron a convocatorias en las que resultaron premiadas Mary Robinson, presidenta de Irlanda; María Rombola, miembro del grupo Mujeres Contra la Mafia; la secretaria de Estado para Europa de Bélgica, Anne Marie Lizin, y la fundadora de la sección médica de Amnistía Interncional, la danesa Inge Genekfe.

Este premio fue creado en 1987 por las Mujeres del Movimiento Europeo, con el patrocinio de la Comisión de la CE y el Parlamento Europeo, bajo los auspicios del Instituto de la Mujer y la Comunidad de Madrid.