Pasarela inclusiva

El desfile inclusivo del Madrid Joya Momad 2025 brilla gracias a sus 80 participantes ciegos y sordociegos

Madris
SERVIMEDIA

Alrededor de un centenar de personas con ceguera y sordoguera ha participado en un desfile inclusivo con motivo de uno de los festivales de joyas más importantes de España. Un evento que deslumbró por encima de todos, que rompió moldes y barreras sobre una pasarela donde las medidas que importaron no fueron 60-90-60, sino las de la accesibilidad.

Una de las modelos que recorrió ese pasillo hacia la inclusión fue la actriz y presentadora de televisión Patty Bonet. Esta joven ciega está acostumbrada a los escenarios. No obstante, reconoce que esta ha sido una experiencia “extremadamente bonita”. “Es la oportunidad de mostrar a la gente que los cuerpos considerados no normativos también tienen su espacio sobre las pasarelas”, confiesa la artista en una entrevista a Servimedia.

Los participantes con discapacidad visual severa, ceguera y sordoceguera pudieron desfilar con absoluta autonomía gracias a las adaptaciones realizadas sobre la pasarela. “El público disfrutó de un evento de moda y se olvidó de la discapacidad. No se dio cuenta ni de los apoyos ni de las adaptaciones que transformaron aquel pasillo en una pasarela totalmente accesible”, afirma la actriz.

UN DESFILE CON MEDIDAS

Una de las coordinadoras del evento, Mónica Amat, que trabaja en ONCE Toledo y con un resto visual de apenas 0,05% desfiló junto a su perra Wendy. Lucieron un conjunto de joyas y vestidos inspirados en diferentes épocas de la historia, desde la prehistoria, Egipto, Mesopotamia, Grecia, Roma, Edad Media, Renacimiento, hasta llegar al siglo XXI.

Como subraya esta sevillana afincada en Toledo, “ha sido una experiencia que ha roto los moldes”. "Daba igual cómo me viera, si más gordita o delgada, con un ojo más abierto o cerrado”, explica. Ella ha estado muy pendiente de los ensayos y sobre todo de adaptar el espacio a las necesidades de los participantes y para ello han contado con tres técnicos de rehabilitación visual de ONCE.

“Por ejemplo, una señal podotáctil instalada en el suelo indicaba al usuario cómo podía en línea recta y a través de un dispositivo sonoro podíamos saber cuándo pararnos para las fotos”

Además, 25 voluntarios que se encargaron de asistir a los modelos ante cualquier imprevisto. “Hasta inventamos un código que lo hemos llamado el código SOS que, si un alguien se bloqueaba o nos desviábamos mucho, nos poníamos la palma en el corazón para avisar de que no estábamos bien”, relata Mónica.

Afortunadamente no hizo falta llevarse la mano al pecho, aunque el corazón sí se desbordó de emociones. “Hubo gente más bloqueada al principio, pero al final acabamos todos llorando”. Pese a la alegría del momento hay quienes miran más allá y desearían dar un paso más en el camino hacia la inclusión como Patty

“En la sociedad que vivimos primero hay que visibilizar para luego incluir y acabar normalizando. En este desfile todos teníamos discapacidad, de manera que sí, era inclusivo, afirma Bonet y añade, “pero a mí me gustaría que el próximo año la desfilasen personas con y sin discapacidad, que la pasarela fuera un reflejo de la sociedad “.

(SERVIMEDIA)
10 Feb 2025
AOA/gja