DESESTIMADAS TODAS LAS PRUEBAS CONTRA UN PADRE ACUSADO DE AGRESION SEXUAL A SU HIJA DE 3 AÑOS, PORQUE NADIE LO VIO
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La titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Santander, Gracia Rupérez, ha absuelto a Manuel Fernández Cobo de un delito de agresión sexual a su hija de tres años, después de desestimar la petición de 4 años, 2 meses y un día de prisión que había formulao el fiscal y rechazar todas las pruebas aportadas por la acusación.
En la sentencia, la jueza considera que el testimonio de una mujer que escuchó los gritos de la pequeña cuando sufría una manipulación en la regón anal, no es prueba suficiente para demostrar que el padre tuviese el propósito de abusar sexualmente de ella.
Cuando ocurrieron los hechos, el 29 de julio de 1987, Fernández Cobo, con antencedentes por hurto, estaba hospedado con la niña en una pensión de la calle Cervantes de Santandr.
El fallo considera comprobado que aquel día, la dueña del hospedaje escuchó como la pequeña chillaba y rogaba a su padre que no la hiciese daño, "mientras que Fernández Cobo instaba con palabras malsonantes a su hija a que abriera las piernas".
En su testimonio, la testigo afirmó que la niña le contó después que el padre le había hecho daño en la región anal, por lo que decidió denunciar los hechos ante el juzgado de menores.
LA OPINION DEL FORENSE TAMPOCO SIRVIO
El forense, que apreció"discreta congestión de genitales externos" al examinar a la pequeña, consideró en su informe sumarial que esa congestión pudo producirse por motivos distintos al abuso sexual, aunque precisó su convencimiento de que tienen origen "en frotamientos dirigidos al abuso sexual, no siendo fácil que fueran causados por otro tipo de factores".
La jueza Gracia Rupérez estima en los fundamentos de la sentencia, que el hecho de que la dueña de la pensión oyese en tan solo una ocasión los gritos y lamentos de laniña, no constituye prueba concluyente de que Fernández Cobo estuviera abusando sexualmente de su hija.
Tampoco consideró suficiente el testimonio prestado por la conserje de otra pensión en la que Fernández Cobo se había hospedado con la pequeña anteriormente, que denunció que el acusado realizó también algún tipo de manipulación en la región anal de su hija, según el mismo texto de la sentencia.
En opinión de la magistrada, las aportaciones de ambas mujeres carecen de valor probatorio definitiv, porque ninguna de las dos pudo ver lo que ocurría en el interior de la habitación donde se estaba cometiendo el supuesto delito.
En la actualidad,la niña está internada en un centro para asistencia a los menores de la Comunidad Autónoma de Madrid.
(SERVIMEDIA)
13 Feb 1991