En la citada información, el periodista reveló la existencia de un informe interno y reservado en el que el inspector Hernández Rueda habría ordendo mantener la versión del suicidio del único inculpado en la muerte de los marqueses de Urquijo, que se ahorcó en su celda el 27 de julio de 1988.

El documento origen de la demanda, que supuso la reapertura del "caso Escobedo", fue depositado en el juzgado de Santoña previamente a su publicación en "Tribuna", lo que la sentencia absolutoria considera muy positivo.

En los fundamentos de derecho de la sentencia, el juez subraya "el canon razonable de cuidado profesional" del periodista, así como "l concepto de buena fe" del Código Civil. El mismo auto reseña que los reportajes de San Martín se realizaron "en disposición veraz".