Esta extraña enfermedad mortal podrí deberse, a juicio de los científicos norteamericanos, a unas moléculas destructivas denominadas "radicales libres", que se acumulan en el cerebro.

La investigación, dirigida por el Instituto de Estudios Biológicos Salk, en California, y de la que informó la CNN, se realizó con ratones de laboratorio. Sin embargo, los resultados fueron tan alentadores que los miembros del equipo han decidido reunir a expertos en antioxidantes para que estudien qué sustancias podrían luchar contra la A-T.

La enferedad afecta a uno de cada 40.000 niños en todo el mundo. Las víctimas suelen morir de cáncer o infecciones en torno a los 20 años. Algunos de los síntomas son dificultades en el habla y una mala coordinación muscular. En etapas más avanzadas, los afectados pierden el control motriz y se debilita su sistema inmunológico.

En 1995 se consiguió descubrir el defecto genético que provoca la A-T, pero aún no existe ningún tratamiento. La nueva investigación sugiere que el defecto deja a los afectados desprotgidos ante los radicales libres, que pueden matar su células cerebrales.

Todas las personas sufren procesos de oxidación, pero éstos suelen combatirse eficazmente con la ayuda de antioxidantes, como las vitaminas C y E. Los radicales también provocan o contribuyen a enfermedades como el cáncer o el Alzheimer. Los investigadores trabajan ahora en un antioxidante cien veces más poderoso que la vitamina C.