Los roedores, que han sido capturados en las balsas de fosfoyesos de las marismas del río Tinto, sufren alteraciones en su sistema reproductivo, con un tamaño de los testículos menor del normal y un número inusual de espermatozoides anormales, según fuentes próximas al estudio.

Los científicos italianos, que han trabajao en colaboración con la Estación Biológica de Doñana, pretende medir la contaminación industrial en Huelva y sus consecuencias en el entorno.

El año pasado, el grupo ecologista Higia difundió material fotográfico y videográfico que mostraba perros que también vivían en las balsas de fosfoyeso y que habían nacido con tres y cinco patas, entre otras malformaciones.