En el inmueble se encontraron tapetes, ficas, naipes, rastrillos, cronómetros y todo tipo de material de juego, que fue incautado por la policía.

El chalet fue alquilado en julio de 1996 por un individuo con numerosos antecedentes como organizador de partidas clandestinas.

Los promotores del juego ilegal actuaban organizando cenas de lujo entre los clientes, repartiendo invitaciones en las que se anunciaban actuaciones de cantantes y humoristas conocidos.

La actividad que se realizaba en el chalet se descubrió cuando los vecinos obsrvaron el contínuo tránsito de personas y vehículos a altas horas de la madrugada.