Fuentes del sector consultadas por esta agencia expresaron su "excepticismo" y aseguraron que los retrasos seguirán produciéndose hasta que acabe la temporada alta turística.

Los trabajadores del centro de control en Aix-En-Provence (Marsella) aceptaron ayer trabajar 36 horas semanales, cuatro horas más que la jornada semanal ordinaria, para aender los movimientos extras del verano. La intervención de un nuevo mediador entre el ministerio francés y los trabajadores "ha sido providencial", señalaron las fuentes consultadas.

Por su parte, el director general de la compañía aérea chárter española Centennial, Tomás Cano, propuso hoy que "el Gobierno español boicotee los productos franceses que llegan a nuestro país". Argumentó su deseo en que "lo que vienen haciendo los franceses con el sector turístico no es sino un boicot que dura ya varios ños", dijo a Servimedia.

En su opinión, "tanto la actuación de los controladores como la pasividad del ministro de Transportes galo desde que se inició el conflicto no es sino un ataque a la economía española y a la balear en particular", señaló.

Las compañías aéreas han calculado en más de mil millones de pesetas las pérdidas sufridas desde el pasado mes de mayo, cuando los controladores galos iniciaron el conflicto laboral. Estos pretenden mejoras en el convenio laboral, entre ellas una subida e las jubilaciones y un incremento de los efectivos.