Julián Quiroga, secretario de Organización de la Federación Rgional de Madera y Construcción de UGT, explicó a Servimedia que los motivos que llevaron a las centrales a convocar la huelga, que debía prolongarse durante los días 1, 2, 6, 7 y 8 de abril, fue la falta de voluntad de la patronal del sector para iniciar las negociaciones sobre el convenio colectivo.

Además, a esto se unió el desacuerdo respecto a los incrementos salariales propuestos por cada parte, ya que mientras la patronal ofrecía un 6 por ciento de subida, los sindicatos pedían un 9 por ciento. El principio de acuerdo, que deberá ser ratificado por los trabajadores, prevé un aumento salarial del 7,75 por ciento para 1992, y del 8,2 por ciento para 1993, ya que el acuerdo tiene una vigencia de dos años.

Asmismo, recoge que los trabajadores cobrarán el 100 por 100 de las dietas, en caso de accidente laboral, a partir del décimo día y siempre que no exista hospitalización, y fija para 1992 un aumento de 50.000 pesetas sobre la cantidad establecida hasta ahora para la jubilación.

Sin ebargo, aunque otra de las prinicipales reivindicaciones de los trabajadores era una reducción de la jornada laboral, este aspecto no está recogido en el preacuerdo alcanzado hoy.