El trabajo, publicado en la revista "Lancet", recomendaba que los niños fueran vacunados por separado de las tres enfermedades. Desde entonces miles de padres han solicitado las vacunas individuales e incluso ha caído el índice de vacunación, según el Laboratorio de Salud Pública.

El Consejo Médico de Investigación, que se reunió a petición de Kenneth Calman, el más alto responsable de los médicos británicos, no encontró, espués de revisar todas las pruebas existentes tanto víricas como epidemiológicas, ninguna relación entre las enfermedades de intestino, el autismo y la vacuna triple.

No es necesario variar la política de vacunación, pero tanto el autismo como la enfermedad de Crohn (un tipo de enfermedad del intestino) necesitan más investigación, concluyeron los expertos.

Algunas de las reacciones sobre la decisión ya se han dejado oir. "Poner tres vacunas diferentes a los niños cuando una es eficaz es una fora de abuso infantil", comentó el doctor Simon Fradd, de la Asociación Médica Británica.

Por su parte la asociación JABS (Justicia, Acción y Apoyo Básico), que representa a 1.400 padres, que alegan que sus hijos han sufridos efectos secundarios serios de la vacuna, opina que una reunión no es suficiente para zanjar esta cuestión.