DESARTICULADO UN GRUPO DEDICADO A LA INTRODUCCIÓN DE RUMANAS EN ESPAÑA PARA SU EXPLOTACIÓN SEXUAL
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La Policía ha detenido a 10 personas en el marco de una operación que ha permitido desarticular un grupo de delincuentes que introducía mujeres rumanas en España para su explotación sexual.
El Ministerio del Interior informó de que esta operación, en la que han participado unidades de la Policía de Toledo, Madrid y Getafe, ha permitido detener a cuatro de los principales responsables de esta red.
Según Interior, las investigaciones se iniciaron a raíz de una llamada telefónica efectuada desde Getafe por parte de Lavinia, una joven rumana de 19 años, que manifestaba haber logrado escapar de un club de alterne donde se encontraba secuestrada.
La joven explicó a los agentes que había conocido en su ciudad de origen a una pareja de compatriotas suyos -Petrus S., alias "Sandu", y Cristina N.-, que le ofrecieron la posibilidad de viajar a España para trabajar cuidando niños, a lo que accedió.
RETENIDAS A LA FUERZA
Los gastos del viaje y los derivados de la tramitación del pasaporte corrieron a cargo de Cristina, a la que había acompañado en alguna ocasión al banco, lo que le permitió comprobar que recibía dinero de España, remitido por un hombre llamado Fernando.
Tras llegar a Madrid en autocar los responsables de la red le quitaron pasaporte y, con los ojos vendados, la trasladaron en coche hasta un inmueble, donde permaneció retenida. A pesar de sus intentos, le fue imposible escapar ya que las ventanas tenían rejas y la puerta del piso estaba cerrada a cal y canto, cuando se ausentaban Sandu y Cristina.
Un día después, fue trasladada, de nuevo con los ojos vendados, a un local con un cartel en el que figuraba el rótulo de "V4". En ese momento, Sandu se dirigió a ella y le indicó que iba a trabajar allí ejerciendo la prostitución, introduciéndola en el local a empujones. Poco después llegó Sandu con otras dos mujeres, a las que encerró con ella.
Las jóvenes estuvieron retenidas en el local contra su voluntad por espacio de cuatro días, y eran obligadas a mantener relaciones sexuales con los clientes. Las tres jóvenes consiguieron escapar por una ventana del baño, llegando a la carretera, donde un vehículo las trasladó hasta Getafe, momento en el que se separaron.
El mismo día se presentó en la Comisaría Local de Getafe Cristina, la mujer que trajo a Lavinia desde Rumanía, aseguró esta joven que era amiga suya y que desconocía su paradero. En ese momento fue detenida e informada de sus derechos por un presunto delito de detención ilegal.
Las gestiones realizadas permitieron identificar al resto de los integrantes del grupo, así como el domicilio de Getafe en el que Lavinia había permanecido retenida y el local de alterne donde era obligada a prostituirse, sito en Illescas (Toledo), en el km. 32,200 de la carretera N-401.
(SERVIMEDIA)
13 Jul 2006
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