Los agentes iniciaron una investigación tras una denuncia interpuesta por una ciudadana rusa que aseguraba que su hermana, de 18 años, había sido captada en su país de origen y trasladada a Madrid, donde se prostituía en un chalet del distrito de Hortaleza, según informó hoy la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

La policía localizó la dirección exacta de la vivienda y estableció diversos dispositivos de vigilancia, que permitieron el pasado martes, día 23, observar cómo cinco mujeres entraban en el chalet. Ante la posibilidad de que entre ellas se encontrara la hermana de la denunciante, la policía localizó e identificó al inquilino o propietario, un ciudadano español (Julián Gabriel M.G.).

En la operación se identificaron a seis mujeres de nacionalidad rusa y se procedió a la detención de cuatro de ellas por infracción a la Ley de Extranjería. De las otras dos, una era la hermana de la denunciante y la otra una amiga que la había acompañado en su viaje. Las dos se encontraban en período de estancia en España.

Los otros dos detenidos fueron Julián Gabriel M.G. y su pareja sentimental, Yuliya Y., conocida como "Karina", que tenían alquilado el chalet, donde obligaban a estas ciudadanas a ejercer la prostitución. Todos los detenidos carecen de antecedentes, y la policía ha solicitado el ingreso en el Centro de Internamiento de Extranjeros de las cinco mujeres en situación irregular.

Esta red de tráfico de mujeres captaba chicas muy jóvenes mediante anuncios en la prensa rusa, a través de una persona de contacto. La organización facilitaba la documentación (pasaporte y visado) a estas mujeres, que llegaban a nuestro país haciéndose pasar por turistas. Siguen una ruta que parte de Siberia-Moscú-Polonia-Alemania y París, y durante todo este trayecto son amparadas por un grupo de turistas del que se separan más tarde para atravesar la frontera por Irún hasta llegar a Madrid.

Una vez en la capital, Julián Gabriel y "Karina" las esperaban en la estación de tren y las conducían hasta el chalet, donde las chicas eran informadas de que debían pagar una deuda contraída con la organización, para lo que deben trabajar 24 horas y estar siempre pendientes del posible requerimiento de los clientes. De lo que cobraban por mantener relaciones sexuales, el 50% era para "Karina" y otro 25% parapagar la deuda contraída con la organización.