El empresario y cabecilla de la red en Madrid es Carlos Alejandro G.T., de 42 años y ciudadano español de origen paraguayo. Según la policía, se tiene la sospecha fundada de que ha obtenido la nacionalidad precisamente con documentos falsos en su país natal en cuanto a su origen español. Al frente de una empresa de construcción de la localidad de Fuenlabrada, y con la colaboración de un compatriota (su encargado, Pedro S.L., de 35 años) y de cinco individuos brasileños, Alejandro G.T. tenía un negocio "redondo", según la Polícía, ya que utilizaba mano de obra ilegal, con bajo costo y explotada gracias a la documentación falsa, por la que también les cobraban.

Las condiciones de trabajo eran especialmente duras y los salarios bajos. Además, en muchos casos, los trabajadores no estaban dados de alta en la Seguridad Social y estaban sin contrato de trabajo, aunque a todos se les prometía que iban a ser legalizados, previo pago por parte de éstos de la documentación falsa que el empresario les facilitaba.

Esta red de falsificación de documentación trabajaba "a la carta", ya que confeccionaban las documentos de identidad portuguesa, certificados de N.I.E. (Número de Identificación de Extranjero) españoles, así como diversa documentación para legalizar a ciudadanos, principalmente de origen paraguayo.

Carlos Alejandro G.T. y Pedro S.L. están acusados de asociación ilícita, falsificación y contra los derechos de los trabajadores, mientras que el resto de los detenidos están acusados de falsificación y usurpación del estado civil, así como por la Ley de Extranjería.

En los cinco registros domiciliarios llevados a cabo en las localidades madrileñas de Camarma de Esteruelas, Getafe y Parla se han intervenido docenas de tarjetas de permiso de trabajo y residencia, cartas de identidad y permisos de conducir, certificados de asignación del número de Seguridad Social y de N.I.E., ordenadores, impresoras y diversos útiles para la falsificación, como sellos, guillotinas y plastificadoras.