Según informó hoy el Ministerio del Interior, la operación, desarrollada en Zamora, León y Orense, se saldó con la detencón de diez personas de nacionalidad española, colombiana portuguesa, mozambiqueña y brasileña, a quienes se les imputa los delitos de asociación ilícita contra los derechos de los trabajadores y prostitución coactiva.

Los detenidos en León, que regentaban el club "El Diamante", son los hermanos leoneses Esteban Lucio de la R.C., de 31 años y Juan Manuel de la R.C., de 51, y la brasileñaJoelma A.P, de 34, a quien se le intervino documentación sobre envíos de dinero a Brasil.

En Orense fueron arrestados Carlos Felipe De A.S., mazambiqueño de 41 años,el colombiano Julián Humbero G.S., de 45. Además, cinco mujeres, de las que dos son colombianas, dos nigerianas y una ecuatoriana, y que trabajaban en estos clubes en situación de ilegalidad, han sido detenidas para su expulsión de España.

Las investigaciones se inciaron el pasado mes de mayo después de que una mujer denunció en la Comisaría de Zamora que había sido captada en su país de origen por una compatriota que le propuso venir a España a trabajar, ya que ella atravesaba una mala situación ecoómica.

La denunciante contrajo una deuda con su compatriota de 3.000 euros por su viaje a España, cifra que pagaría con su trabajo en en este país. Así, la captadora llevó a la víctima a un salón de belleza, le compró ropa y un pasaje de avión y la acompañó al aeropuerto, desde donde se trasladó a Madrid. También le proporcionó una carta de invitación, para acceder más fácilmente a nuestro país.

Una vez en el aeropuerto de Barajas fue recogida por el dueño del club "El Diamante", en la provincia e León, a donde fue trasladada. Al día siguiente comenzó a ejercer la prostitución. El dinero que obtenía alternando y manteniendo relaciones sexuales con los clientes se lo apropiaba el dueño del establecimiento, quien no le entregó ni un solo euro durante los cuatro meses que aproximadamente permaneció en el local.

De este modo, la víctima no podía mandar ningún dinero a su familia, motivo por el que se había trasladado a España, ni tan siquiera realizar ningún gasto o llamar por teléfono, ya que nodisponía de dinero.

Durante el tiempo que estuvo trabajando en el club calcula que conseguiría unos 12.000 euros y cuando le pedía dinero al dueño éste le decía que no le daba nada hasta que no le pagase la deuda contraída.

Además, la denunciante fue vendida al dueño del local de alterne Scala 2000, en Orense, donde tampoco percibía dinero. Allí permaneció 20 días y después marchó a distintos clubes. Un camarero del club orensano le invitó a regresar a este club, ya que su vida corría peligro, po lo que abandonó el último establecimiento.