Según informó hoy el Ministerio del Interior, la red captaba a ciudadanos búlgaros en su país y los trasladaba a España para trabajar de forma ilegal en dos empresas de la localidad de Casarrubios del Monte (Toledo). Se les prometía regularizar su situación en España y cobrar grandes cantidades de dinero.

Los miembros de la organización también falsificaban los documentos de empadronamiento de los extranjeros para acceder a los beneficios del proceso de normalización que tuvo lugar en 2005.

Las investigaciones se iniciaron a raíz de la denuncia de tres búlgaros que manifestaron haber sido explotados en dos empresas familiares en Casarrubios del Monte. Los trabajadores extranjeros de estas empresas carecían de permiso de trabajo y percibían un salario muy inferior al que recibían los operarios españoles.

Se calcula que han sido más de veinte las víctimas de esta red, aunque muchas de ellas no quieren denunciar su situación por miedo a que se les rescinda su contrato de trabajo y sean expulsadas del país.

Además de las detenciones, los efectivos policiales efectuaron registros en las dos empresas denunciadas de Casarrubios del Monte, así como en un domicilio de la localidad madrileña de Navas del Rey.