Los detenidos en el marco de la operación "Badulaque" son Pedro Pablo B.R., de 34 años; Angel David M.Q., colombiano de 35 años; Orlando P.R., colombiano de 44 años, y Giovanni V.C., colombiana de 27 años. Se les considera presuntos autores de ocho asaltos y todos ellos tienen antecedentes por obo con violencia, fuerza y receptación.

La detención de los atracadores, a los que fueron intervenidos un revólver, documentación falsa y útiles para el robo, tuvo lugar el pasado día 5 de noviembre; y, según la Policía, ha permitido prevenir una inminente actuación de la banda en Barcelona.

Según la Policía, la investigación comenzó tras un brutal atraco el pasado 1 de octubre contra un representante de una joyería de Barcelona. Varios individuos sudamericanos atacaron al representante y a su hjo cuando iban a entrar en su domicilio con las maletas llenas de género. Tras intimidarles con armas de fuego, les golpearon e introdujeron en la vivienda, maniatando a toda la familia y propinando una brutal paliza al representante.

Las investigaciones policiales posteriores permitieron detectar a los integrantes de la banda de atracadores en Madrid, donde lograron descubrir la forma de actuar de la banda. Los atracadores no permanecen más de tres días en la misma ciudad, donde consiguen por medio d colaboradores información de posibles objetivos a partir de la cual eligen al más adecuado y establecen una intensa vigilancia sobre él, llegando incluso a seguirle por varias comunidades autónomas.

Los atracadores actuan con una gran profesionalidad, según la Policía, ya que establecen puntos de vigilancia en las inmediaciones del domicilio no sólo para detectar la llegada del objetivo, sino también de la Policía; y estudian los horarios y rutinas de la víctima, sus familiares y sus vecinos, ya que eneralmente esperan a la víctima en los rellanos superiores e inferiores del domicilio.

Cuando la víctima abre la puerta, los atracadores actúan de forma rapidísima asaltándola e introduciéndola en su casa, donde inmovilizan a todos los miembros de su familia. Tras cometer el robo, abandonan el inmueble con la misma discreción con la que llegaron. Además, cuando las circunstancias del inmueble no son favorables para llevar a cabo el atraco, secuestran a la víctima en el portal o cuando va a tomar el acensor, introduciéndola igualmente en el domicilio.