En el marco de esta operación se abordó un velero que viajaba con 930 kilos de cocaína y se detuvo a sus dos tripulantes. Tras el abordaje de la embarcación, los agentes detuvieron a otros seis miembros de la organización que estaban asentados en varias ciudades de Portugal.

Según indicó la Policía Nacional en una nota, en los registros realizados se intervinieron 111.000 euros en efectivo, joyas, material informático y de comunicaciones, dos embarcaciones, dos vehículos y documentación relacionada con la investigación.

A finales de 2022 se creó un Equipo Conjunto de Investigación entre España y Portugal para la investigación de una organización dedicada al transporte internacional de cocaína utilizando embarcaciones de recreo como veleros y yates. Los investigadores localizaron a varios integrantes del grupo en localidades de la Costa del Sol, Región de Murcia y Portugal.

EXPERIMENTADOS MARINEROS

La organización criminal contaba con experimentados marineros que pudiesen gobernar los veleros, incluso con condiciones meteorológicas adversas, para el transporte de grandes cantidades de cocaína de cárteles colombianos desde Sudamérica hasta Europa.

Los arrestados aprovechaban el tráfico marítimo de recreo entre Europa, Isla de Cabo Verde, así como la Guayana Francesa, debido a que las condiciones meteorológicas suelen ser de extraordinaria peligrosidad, para así tratar de eludir la acción policial.

El principal responsable de la contratación de los marineros era un hombre de origen español, ahora detenido, que también se encargaba de la compra y adquisición de las embarcaciones usadas para tal fin. Avanzadas las pesquisas, los investigadores tuvieron conocimiento de que uno de los barcos adquiridos, un velero atracado en el puerto deportivo de Estepona (Málaga), podría ser utilizado para el transporte de droga.

Los agentes observaron cómo los tripulantes de la embarcación la trasladaban hasta Lagos (Portugal) donde, tras realizar los preparativos necesarios para su puesta a punto, partió hacia el archipiélago canario y posteriormente a la Isla de San Vicente (Cabo Verde).

Veinte días después, la embarcación abandonó el Puerto de Mindelo para dirigirse hacia el suroeste sudamericano, concretamente hacia el entorno de las islas caribeñas, uno de los lugares elegidos por las organizaciones criminales dedicadas al transporte de cocaína como base temporal para fondear las embarcaciones que utilizan para el tráfico de droga.

Una vez que cargaron el yate con la cocaína, la embarcación puso rumbo noroeste efectuando una de las rutas habitualmente utilizadas por las embarcaciones que transportan el estupefaciente desde el continente americano hasta Europa. El 22 de junio en el entorno de las Islas Azores se procedió al abordaje del velero dando como resultado la aprehensión de 930 kilogramos de cocaína y la detención de los dos tripulantes.

Finalmente se llevó a cabo la explotación de la operación con la detención de seis personas que conformaban la organización criminal ahora desarticulada. También se realizaron varios registros en las localidades portuguesas de Lagos, San Pedro de Estoril y Cascais, en los cuales se intervinieron 111.000 euros en efectivo, joyas, material informático y de comunicaciones, dos embarcaciones, dos vehículos y documentación relacionada con la investigación.

La investigación se llevó a cabo por agentes de la Policía Nacional de manera conjunta Europol, la Policía Judiciaria y miembros de la Marinha Portuguesa, en el marco de Empact (Plataforma Multidisciplinar Europea contra las Amenazas Delictivas).