Según informó hoy el Ministerio del Interior, la actuación policial se ha desarrollado en dos fases, en las que han sido detenidas 35 personas en Madrid, Sevilla, Alicante y Galicia.

La organización, liderada por el clan de los Oubiña, disponía de un grupo de empresas ficticias a través de las cuales importaba gran cantidad de vehículos de alta gama procedentes de otros países de la Unión Europea.

Estos coches eran adquiridos y, posteriormente, vendidos en concesionarios de apariencia legal sin haber abonado previamente los impuestos que gravan estas adquisiciones: el IVA y el impuesto especial sobre determinados medios de transporte, conocido como Impuesto de Matriculación.

Este grupo contaba con una red de empresas ficticias, sin actividad comercial alguna, al frente de las cuales colocaban a un testaferro, generalmente personas sin recursos económicos y con problemas de adaptación social.

Los vehículos eran vendidos en concesionarios de apariencia legal, propiedad de la familia Oubiña. La cantidad defraudada al erario público asciende a más de 16 millones de euros, correspondientes a las liquidaciones no efectuadas del IVA y del Impuesto de Matriculación. La autoridad judicial ha intervenido hasta el momento bienes que podrían alcanzar los 5 millones de euros.