Los detenidos, nueve españoles, dos rumanos y un marroquí, utilizaban embarcaciones de recreo provistas de motores fuera borda para descargar la droga desde un barco nodriza, procedente de Marruecos, que les esperaba en un punto situado entre la isla de Ibiza y el Cabo de San Antonio (Alicante), según informó hoy el Ministerio del Interior.

Posteriormente trasladaban la droga en el interior de los barcos, conduciéndolos hasta los chalés que la banda tenía alquilados en Denia y que también servían de alojamiento a sus miembros.

Las investigaciones policiales sirvieron para comprobar que los miembros de la organización delictiva, asentada en la provincia de Málaga, se estaban desplazando hasta la costa levantina con la intención de introducir hachís en España.

Además de los 3.460 kilogramos de hachís, la policía requisó un revólver del calibre 45, otro del calibre 32, cuatro embarcaciones de seis metros de eslora, dos vehículos todoterreno y una moto acuática.