Esta operación, denominada "Esmeralda", se inició a finales del pasado año cuando la Guardia Civil de Algete tuvo conocimiento de varios fraudes llevados a cabo en diferentes cuentas corrientes de diferentes etidades bancarias.

Fruto de las investigaciones, la Guardia Civil detuvo a una empleada de un establecmiento público y a su compañero sentimental, los cuales supuestamente, en un descuido de sus clientes, copiaban la banda magnética de las tarjetas, para posteriormente entregarlas a la organización.

Así, una vez que las bandas magnéticas eran copiadas se entregaban a personas que regentaban establcimientos públicos en la capital madrileña, los cuales aprovechando su negocio, realizaban compras fiticias, teniedo constancia que hasta el momento el fraude puede ascender a unos 60.000 euros.