La policía detuvo a los cinco integrantes de la banda, encabezados por un ciudadano suizo, y a 16 personas que utilizaban los documentos. Los delincuentes, que operaban en la isla desde acía un año y medio, captaban a sus clientes a través de un anuncio en un periódico en lengua alemana con difusión en las Islas Canarias.

En el domicilio del cabecilla, situado en el sur de Gran Canaria, en San Bartolomé de Tirajana, fueron requisados 27 documentos falsos ya confeccionados, entre los que había permisos de conducir españoles, austriacos y alemanes, y títulos de patrón de yates, así como una pistola de 8 milímetros con cargador, una pistola de descarga eléctrica, y el material informátio y de papelería necesario para realizar las falsificaciones.