Los agentes realizaron un registro domiciliario en el piso utilizado por el grupo, donde se intervinieron numerosos efectos relacionados con los hechos investigados: documentos falsos, agendas y anotaciones, así como numerosas armas blancas de grandes dimensiones.

Las investigaciones comenzaron hace un mes, cuando el grupo VI de la brigada de extranjería tuvo conocimiento de un grupo de ciudadanos de países del Este dedicado a la explotaciónsexual de compatriotas en la Casa de Campo.

Gracias a la declaración de una mujer rumana víctima de esta organización se pudo identificar a los componenetes del grupo y saber quiénes eran los encargados de custodiarlas y trasladarlas desde los pisos hasta "el trabajo".

La testigo relató como fue captada en su país con falsas ofertas de trabajo, introducida en España con documentación falsa y obligada tras su llegada a Madrid a prostituirse en la Casa de Campo. Además, explicó cómo fue apaleada trs intentar escaparse sin éxito.

De los ocho detenidos, cuatro varones y una mujer, considerados por el juez como los máximos responsables de la organización, han sido enviados a prisión incondicional.