La operación se inició a raíz de un robo cometido en la localidad segoviana de San Rafael, en diciembre de 2005, en el que dos encapuchados accedieron al domicilio de dos personas de avanzada edad, a quienes amenazaron con una pistola y un cuchillo y, tras amordazarlos, les sustrajeron diversas joyas, tres teléfonos móviles y un vehículo todoterreno, que fue recuperado días después por la Policía Local de Coslada (Madrid).

Más tarde, la Guardia Civil recuperó otro vehículo de gama alta que había sido robado a su propietario en la localidad madrileña de Paracuellos, en el que los autores le amenazaron con una pistola y efectuaron dos disparos para amedrentarle.

Ante las sospechas que apuntaban la participación de los autores de estos hechos en otros de similares características en las provincias de Segovia y Madrid, se procedió a su investigación, que en una primera fase permitió identificar y detener a cuatro ciudadanos de nacionalidad rumana como presuntos responsables de diversos robos con violencia.

El registro efectuado posteriormente en el domicilio de dos de los detenidos permitió la incautación de tres pasamontañas y un arma prohibida, así como gran cantidad de botellas de licor y de cajetillas de tabaco, electrodomésticos, material informático, dinero y las llaves de dos vehículos, todo ello procedente de robos. En las proximidades de dicha casa se localizó un vehículo de gran cilindrada que también había sido sustraído.

Las investigaciones han podido determinar que los detenidos son presuntos autores de otros dos delitos de robo en domicilio, cometidos con sus moradores dentro, en al menos dos establecimientos de las citadas provincias y de la sustracción de cinco vehículos.

Los detenidos son personas violentas que cuentan con antecedentes y utilizaban los vehículos robados para la comisión de los delitos, embistiendo además con ellos a las patrullas de las Fuerzas de Seguridad en las ocasiones en que han intentado ser interceptados.