A través de un comunicado, la Policía informó de que la desarticulación de esta banda se ha producido en el marco de la "Operación Gold", que ha concluido con la detención de la última integrante de este grupo criminal en el barrio madrileño de San Fermín.

Con anterioridad a este arresto, se había producido la detención de los otros 13 miembros de la banda, que estaba especializada en robos a joyerías y entidades bancarias en toda Europa.

La Policía destacó que esta operación ha sido posible tras una compleja investigación desarrollada conjuntamente por las policías de Bélgica, Alemania, Holanda y España.

RADICADOS EN MADRID

El grupo investigado tenía su sede en Madrid, desde donde se desplazaban a distintos países de la Unión Europea para cometer sus actividades delictivas y regresaban después a España desde donde daban salida a los botines obtenidos. En sus desplazamientos utilizaban documentación falsa de Venezuela, Guatemala, Costa Rica y México.

Las investigaciones se iniciaron en enero del pasado año, al alertar la Policía Nacional a las autoridades holandesas sobre el asentamiento en la ciudad de Ámsterdam de un peligroso grupo de atracadores colombianos, liderados por Luis Eduardo A. M.

La Policía holandesa puso en marcha entonces un dispositivo en colaboración con España, en el que se detuvo a ocho de sus miembros y se esclarecieron varios robos sobre representantes de joyería y decenas de robos con fuerzacometidos en Holanda.

Entre los delitos esclarecidos destaca un robo con violencia cometido sobre un representante de joyería, al que apuñalaron para apoderarse de un muestrario valorado en más de 150.000 euros.

PRIMERAS DETENCIONES

Las investigaciones permitieron comprobar que los individuos detenidos, constituían sólo una parte de una banda más compleja que estaba dividida en dos células y que había actuado en los últimos meses en diferentes países europeos, entre ellos en Bélgica, donde habían robado a un representante de joyería en un aparcamiento público.

En esta ocasión, su botín fueron joyas valoradas en 200.000 euros. También la Policía alemana les buscaba por delitos similares: robos sobre representantes de joyerías y en entidades bancarias.

La colaboración de la Policía Española con las autoridades alemanas y belgas, permitió determinar la identidad de los integrantes de la citada banda organizada de delincuentes colombianos. Las identificaciones motivaron las correspondientes órdenes internacionales de detención por su participación en numerosos robos cometidos desde octubre de 2006 hasta abril de 2007 en diferentes países europeos.

A raíz de las detenciones practicadas en Holanda, los integrantes de la banda se desplazaron nuevamente a España. Fue entonces cuando la Brigada Central de Crimen Organizado española pudo detener a otros dos de sus miembros, en los meses de abril y agosto.