Según informó hoy el Instituto Armado, con la operación "Santa Fe" se han esclarecido 50 asaltos a viviendas de la zona noroeste de la Comunidad de Madrid, Guadalajara y Toledo.

Desde el pasado mes de septiembre se habían recibido en diferentes puestos de la Guardia Civil varias denuncias relativas a robos cometidos en viviendas unifamiliares con un "modus operandi" similar, ya que en todos los casos forzaban las puertas o ventanas traseras, tanto en su planta baja como en el primer piso.

Los autores de los robos se apoderaban principalmente de piezas de joyería, teléfonos móviles, cámaras de vídeo y fotográficas, televisores, dinero y documentación personal.

Las investigaciones para lograr la identificación de los responsables llevaron hasta un grupo de personas caracterizadas por su gran movilidad geográfica, que se desplazaban por la zona noroeste y sur de la Comunidad de Madrid y por las poblaciones limítrofes pertenecientes a las provincias de Toledo y Guadalajara.

Como medida de seguridad, el grupo utilizaba vehículos de gama media, que adquiría a terceras personas sin realizar ningún tipo de transferencia, con lo que en el caso de que fueran detectados impedían que se les pudiera relacionar con los hechos de los que eran autores.

Tras varios meses de trabajo, los agentes identificaron a la totalidad de los miembros del grupo, que incluía a un interno en la prisión de Navalcarnero, que aprovechaba sus permisos penitenciarios para delinquir junto al resto de la banda.

Ante las sospechas de que se encontraban preparando un robo en fechas próximas, se procedió a detener a 10 de los miembros del grupo con la ayuda de la Agrupación Rural de Seguridad. Al undécimo integrante le fueron imputados también estos delitos, encontrándose en la actualidad cumpliendo condena por otros asuntos.

El registro de las seis viviendas en las que residían ha confirmado las sospechas de los agentes, ya que el grupo se encontraba preparando el asalto a una casa del norte de Madrid con moradores en su interior. Para ello se habían surtido de pasamontañas, armas y diversos efectos.

La banda estaba formada por ocho varones, encargados de realizar los robos, y por tres receptadores de la mercancía sustraída, dos mujeres y un hombre. Todos ellos tienen numerosos antecedentes judiciales por delitos contra el patrimonio.

La operación "Santa Fe" ha permitido a la Guardia Civil la recuperación de gran cantidad de joyas, relojes y material electrónico que había sido sustraído a sus dueños. Los agentes se han incautado de una pistola calibre 22, además de su munición, dos pistolas simuladas, pasamontañas y herramientas utilizadas en la comisión de los robos.