A través de un comunicado, la Policía informó de que en la operación policial han sido detenidos ocho individuos y se han intervenido numerosos productos químicos. Los agentes han localizado un laboratorio clandestino en la localidad de Les Borges Blanques, en el que se elaboraban "promotores ilegales de crecimiento".

Desde este lugar se realizaba la distribución de estos productos a distintos puntos de España y Portugal. Se calcula que la cantidad de sustancias químicas producida podría aplicarse a más de 10.000 terneros en un año.

El grupo desarticulado suministraba al ganado vacuno sustancias químicas, que aceleraban el proceso de engorde. De este modo, obtenían un mayor rendimiento económico una vez sacrificados, lo que implicaba un grave riesgo para la salud de los consumidores.

EFECTOS SECUNDARIOS

Según la Policía, estas sustancias producen diversos efectos secundarios, como depresión, disminución de la resistencia a la infección, visión borrosa y palpitaciones.

Los detenidos también preparaban sustancias químicas específicas para enmascarar los productos tóxicos que suministraban a los animales. La finalidad era evitar ser descubiertos por las autoridades sanitarias.

En el marco de la operación desarrollada por la Policía Nacional y los Mossos d'Esquadra de Cataluña se han inmovilizado cientos de cabezas de ganado y miles de kilogramos de pienso.

Las investigaciones que han conducido a estas detenciones fueron iniciadas por la Unidad Central Operativa de Consumo de los Mossos d'Esquadra, que empezó a examinar a un vecino de Mollerussa (Lérida), Genaro M. B., que presuntamente se dedicaba al engorde ilegal de ganado destinado al consumo humano.

Las gestiones realizadas determinaron que el tráfico de "promotores ilegales del crecimiento" tenía lugar en otros puntos de la geografía española. Por tal motivo, se estableció un equipo conjunto de investigación compuesto por el Grupo de Consumo y Medio Ambiente de la UDEV Central de la Comisaría General de Policía Judicial y los Mossos.

VENTA EN OTRAS COMUNIDADES

Los investigadores policiales comprobaron que Genaro M.B. realizaba viajes frecuentes a diferentes pueblos de las comunidades de Castilla y León y de Castilla-La Mancha. Una vez en estos municipios entregaba cajas de cartón a varios ganaderos y en una fábrica de piensos.

Los policías localizaron un lugar que, según todos los indicios, podría ser el almacén en el que se depositaban los productos o el "laboratorio" donde se fabricaban. Tras esto se procedió a la detención de Genaro M. B., a quien se intervinieron en su vehículo "finalizadores" a base de Dexametasona y Propanolol destinados a tratar 180 toneladas de pienso.

Según la Policía, esta operación pone de relieve que las practicas de engorde ilegal son minoritarias. Se calcula que el grupo operaba con unos 18 ganaderos residentes en distintos puntos de la geografía española.

A pesar de que la cifra de 10.000 terneros tratados en un año es una cifra elevada, proporcionalmente representa menos del 1 por ciento del sacrificio de animales a nivel estatal.

En la operación han colaborado los servicios de inspección veterinaria de las comunidades autónomas de Castilla y León y de Castilla-La Mancha, así como los laboratorios del departamento de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Generalitat catalana y del Centro Nacional de Alimentación (Misaco).