El aumento del número de mensajes o imágenes sexistas que se envían vía Internet hace que las empresas teman un crecimiento de las denuncias de sus empleados por un entorno "hostil" de trabajo. Así lo cren los cerca de 200 clientes de Peapod UK, los expertos en "software" informático encargado de alertar al sistema del uso de palabras ofensivas en los e-mails enviados. El Gobierno británico, administraciones locales y empresas privadas se encuentran entre los numerosos usuarios del "software", según informa "The Independent".

Esta tendencia se une a la vigilancia sobre los e-mails para evitar el espionaje industrial y el uso de información confidencial por parte de los empleados.