Aunque la expertos todavía necesitan realizar más experimentos para comprobar que no causará ningún efecto secundario, la vacuna comestible será mucho más brata que la alternativa tradicional, ya que no necesitará excesiva purificación y refrigeración.

Además, los científicos han defendido una ventaja añadida, sobre todo para los paises en vías de desarrollo, y es que las patatas podrán cultivarse localmente y se ahorrarían los gastos de transporte.

Sin embargo, todavía queda mucho por hacer. La patata no es el alimento más apreciado en esos paises afectados por numerosos casos de diárrea y pierde sus propiedades cuando se calienta. Por esta razn, los científicos están intentado modificar plátanos, aunque esta fruta tienen una estructura mucho más complicada.