DESAPARECIDOS. MENDILUCE RECLAMA LA CREACION DEUN TRIBUNAL PENAL INTERNACIONAL PARA JUZGAR CRIMENES COMO LOS DE CHILE Y ARGENTINA

MADRID
SERVIMEDIA

El eurodiputado socialista José María Mendiluce se congratuló hoy por la continuidad del proceso contra los militares argentinos relacionados con la desaparición de ciudadanos españoles durante la dictadura militar y reiteró la necesidad de "dar un paso más" y crear un tribunal internacional penal para juzgar los crímenes de guerra y los genocidios.

Aunque reconoció que no es un exprto jurista, expresó a Servimedia su convencimiento de que la jurisdicción española puede investigar las "atrocidades" cometidas en Argentina y en Chile, ya que las Naciones Unidas han ratificado su competencia.

Además, las víctimas se merecen un esclarecimiento "hasta el final" y una determinación de responsabilidades que sólo puede ser posible si se respeta el principio de que "determinados crímenes no prescriben y se pueden perseguir en cualquier estado".

"Aunque no veamos a los responsables e la cárcel, que no se vayan al otro barrio con la sensación de impunidad y de ser intocables después de haber cometido esos crímenes", comentó.

Al margen de que la investigación pueda o no seguir adelante, Mendiluce juzgó "positivo" el hecho de que se hayan abierto los sumarios y se haya entablado una discusión pública sobre el tema, de modo que la gente sepa lo que ocurrió y en qué consistió la represión de las dictaduras sudamericanas.

El objetivo, insistió, es "no pasar página constantemente" orque, de lo contrario, "los aprendices de criminales se creen con carta blanca".

Después de una campaña internacional de varios años, explicó, la Asamblea General de la ONU apoyará previsiblemente la celebración de una conferencia el próximo año en Roma, en la que se sentarán las bases para la creación y definición de ese tribunal internacional.

El problema no será si se crea o no, sino los recursos con los que contará en la práctica y la capacidad real que tendrá para actuar con la independenci política que requiere un organismo de estas características.

Aunque no podrá actuar "siempre ni en todas partes", será, a su juicio, "el principio de una nueva era" y el "mejor regalo" que se puede hacer el mundo en el 50 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. "No podemos continuar mandando ayuda humanitaria a los supervivientes de los genocidios. Tenemos que evitar los genocidios", concluyó.

(SERVIMEDIA)
02 Ene 1998
CLC