El presidente del Gobierno tuvo que interrumpir su alocución ante unos 1.500 militantes y simpatizantes del Partido Popular. Minutos antes, Aznar ya se había percatado de que, en las últimas filas del auditorio, alguien estaba alterando el orden, pero siguió como si nada, como si quisiera evitar que se repitiera el incidente del 8 de febrero en Arganda del Rey, cuando otro joven fue sacado por la fuerza y entre empujones y golpes de algunosasistentes.

"Si no te gusta, vete", decían los militantes sentados a su lado mientras el joven mostraba un periódico afín al régimen cubano de Fidel Castro. "Es igual, es igual", replicaba Aznar para quitarle importancia. Y seguía con el discurso: "He venido aquí para contaros...". Al minuto, el servicio de seguridad convenció al joven para que abandonara el recinto por sí mismo.

Ante la insistencia de los miembros de seguridad, se levantó con las manos en alto y fue hasta la puerta de salida escltado por un par de agentes personales del presidente. El auditorio rompió en aplausos en ese momento en contra del provocador y en defensa del líder de los populares. "El tipo ha hecho lo que quería, le habrán sacado un par de fotos. Es la fiesta del trabajo y no tendría nada que hacer", comentaba Aznar entre risas.

El resto del acto transcurrió con total normalidad, con varios piropos de los asistentes hacia el presidente. "¡Fenomeno!", gritó uno cuando Aznar repasaba los logros de estos siete años e gobierno. "¡Guapo!", añadía una mujer un poco más tarde. Incluso, como viene siendo habitual desde que el jefe del Ejecutivo ratificó que no repetirá como candidato en las próximas elecciones generales, por dos veces le reclamaron que siga al frente del PP y del Gobierno después de 2004.

Al terminar, las últimas palabras de Aznar en su intervención fueron para el joven desalojado. Emplazó a los militantes y simpatizantes populares a "responder con toda serenidad y todo civismo" a las provocaciones d aquellos que "no saben cómo comportarse".