Protegidas por agentes del Cuerpo Nacional de Policía y la Policía Municipal, las máquinas tiraron las chabolas en las que vivían cerca de 150 personas, aunque 20 de los chamizos no estaban ocupados.

Quedan todavía unas 30 infraviviendas más con población no censada que el Consorcio no ha obtenido todavía el corrspondiente mandamiento judicial para destruirlas.

El poblado cuenta, además, con otras 240 chabolas censadas, en las que viven 1.200 personas que esperan ser instaladas en viviendas públicas hasta que el Consorcio les construya sus hogares definitivos.

Por su parte, el concejal presidente de San Blas, Isaac Ramos, manifestó hoy a Onda Madrid su satisfacción por los derribos, que, en su opinión, significan el principio del fin de Los Focos, que a lo largo de los años se había convertido en uno de os principales "supermercados" de la droga de la ciudad.

Ramos anunció que en julio estarán realojados todos los habitantes del núcleo censados antes de 1986 y quedará así abierto el camino para la construcción en esos terrenos de varios centenares de viviendas sociales, que llevarán el nombre de polígono Las Rosas.

Sin embargo, el gerente del Consorcio estimó que era muy optimista pensar que todo el realojo vaya a efectuarse antes de que acabe julio, sobre todo porque algunas familias no están peparadas para quedarse en viviendas de altura.