El desarrollo y la consolidación de la democracia y del Estado de derecho es un compromiso ya adquirido por la UE en el Tratado de la Unión Europea. El respeto a los derechos humanos es un principio básico de acción comunitaria, según uno de los párrafos introductorios del Tratado. Otro apartado señala que el respeto a los derechos humanos y libertades fundmentales es clave en la formulación de la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC).

Sin embargo, poco se ha hecho hasta ahora para plasmar estas intenciones en las políticas comunitarias, de forma coordinada y estructural. El Parlamento Europeo, pionero en este sentido, quiere relanzar esta idea en 1998, en el que se celebra el 50 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Ya en 1994, el Parlamento agrupó en un solo capítulo todas las líneas presupuestarias comunitariasrelacionadas con la promoción de los derechos humanos y principios democráticos. Este capítulo, titulado "Iniciativa europea para la democracia y los derechos humanos", ha duplicado su importancia presupuestaria desde entonces, alcanzando en 1998 los 100 millones de ecus (16.700 millones de pesetas). Sin embargo, estas partidas carecen de base jurídica adecuada, dejándolas en situación confusa.

Por ello, los parlamentarios solicitan a la Comisión y al Consejo que adopten las medidas necesarias para crar una política específica en este sentido, sobre todo para dar muestra del compromiso inequívoco de la UE con el desarrollo y la consolidación del Estado de derecho y el respeto de los derechos fundamentales.

Aunque estos principios ya están incorporados en las distintas políticas comunitarias, el Parlamento Europeo considera necesario garantizar un enfoque coherente, sistemático, eficaz y coordinado para la promoción de la democracia y los derechos humanos.