El primer ministro italiano ha dictado un decreto en el que ordena mantener viva a esta mujer, pero el presidente de la República, Giorgio Napolitano, se ha negado a firmarlo, con lo que el caso ha dividido a ambos mandatarios.

En declaraciones a Servimedia, el presidente de Derecho a Morir Dignamente, Salvador Pániker, dijo que éste "es un caso de interferencia inaceptable del Poder Ejecutivo sobre el Judicial", ya que, argumentó, existe una sentencia del Tribunal Supremo de Italia autorizando la desconexión de los aparatos que mantienen con vida Eluana.

"A mí, personalmente, me da asco la postura del Vaticano (en este caso), que considera que esto es un vulgar asesinato", continuó Pániker, quien aseguró que la situación que está viviendo la familia de Eluana le "indigna".

Por último, el presidente de Derecho a Morir Dignamente pidió a Berlusconi que "no interfiera" en las decisiones del Poder Judicial y que "deje morir en paz a esta mujer, que bastante suplicio ha tenido" tanto ella como su familia.