Según Juan Ramón Valentí, doctor del Departamento de Cirugía Ortopédica y Traumatología de la Clínica Universitria de Navarra, "esta técnica de sustitución evita las posibles secuelas propias de las técnicas convencionales (...), además de acortar el tiempo de intervención y, por lo tanto, el periodo de anestesia".

La Clínica Universitaria de Navarra ha sido la primera en introducir en España este método quirúrgico, que ya es practicado en varios centros médicos de Japón y Estados Unidos.

El doctor Valentí considera que la artroscopia, como es conocida esa técnica, "permite una cómoda recuperación de la fncionalidad de la rodilla lesionada y evita la utilización de elementos de la propia rodilla del paciente".

Antes de la intervención, el ligamento del donante es preparado, adecuando forma y tamaño al del deportista o persona afectada, previa realización de cultivos y pruebas analíticas.

"Es fundamental ser muy precisos al hacer las perforaciones en el fémur y en la tibia", explicó el doctor Valentí, "para que podamos colocar el ligamento del donante en la posición idónea, antes de fijarlo de fora estable mediante osteosíntesis".

Para la realización de este tipo de trasplantes es fundamental la disposición de un banco de huesos y tejidos, conservados a muy bajas temperaturas y previa comprobación de que el tejido a injertar está completamente sano.