De las llamadas recibidas para denunciar malos tratos, el 42% fueron realizadas por personas anónimas; el 22% por vecinos; el 26% por familiares, y el 10% restante por los propios ancianos que se consideraban objeto de agresiones.

En cuanto a los motivos de las quejas, la mayor parte tuvo que ver con el abandono o desamparo de los mayores por parte de su familia (55), seguidas de las de maltrato en el ámbito familiar (49) y de las de falta de atención o presuntos malos tratos en residencias privadas (31).