Un portavoz sindical expresó el temor a que "Baraja se convierta en el foco de una epidemia como, por ejemplo, del virus del 'Ebola', si no se toman medidas de prevención". Asimismo, señaló el riesgo de posible transmisión de enfermedades que supone para los trabajadores del departamento de carga y descarga.

Según las fuentes, desde hace dos años suman ya centenares de monos, algunos todavía moribundos, los que son transportados desde la antigua colonia española en Africa a través del único vuelo semanal de la compañía Iberia que enlaza Malabo con Madid cada domingo.

Estos animales, que son trasladados a España para su consumo por ciudadanos guineanos y cuya carne está considerada un manjar en aquel país, son facturados como transporte ordinario en maletas o bien en cajas de cartón no lo suficientemente precintadas, según el sindicato.

Esta circunstancia provoca que, durante el vuelo, el proceso de putrefacción de los animales descomponga el cartón que les envuelve y ensucie de sangre y otras sustancias la superficie de las bodegas del avión,así como las cintas transportadoras de equipajes.

El problema se agrava en los casos en que los monos ya están troceados o, por el contrario, continúan vivos, "por lo que las cajas y envoltorios aparecen empapados de excrementos y sangre, ya que algunos han sido heridos antes de cargar en el avión", relató un portavoz sindical.

Las fuentes explicaron que el departamento de sanidad del Aeropuerto de Barajas, tras tener conocimiento de los hechos hace unos meses, dotó de mascarillas y guantes de láex a los responsables de la descarga de este polémico equipaje.

No obstante, el sindicato CTA considera que estas medidas no son suficientes, al tiempo que exige de las autoridades españolas la adopción de medidas para confirmar en cada caso si la carne de mono y, sobre todo, la de los animales que llegan moribundos, está o no contaminada de alguna enfermedad que pueda ser transmitida.

"Los responsables del aeropuerto están solucionando este problema día a día, porque no saben lo que hacer, ya qu es un tema político", señaló un portavoz sindical.

Hace unas semanas ya se produjo el primer incidente cuando el grupo de trabajadores que debía descargar el equipaje procedente de Guinea realizó un plante que requirió la presencia de agentes de la Guardia Civil para garantizar que no se produjeran altercados. Horas después se llegó a un acuerdo con la dirección aeroportuaria y se procedió a la descarga bajo el compromiso de que se tomarían nuevas medidas de control y seguridad.

Una inspección psterior realizada en la aduana confirmó la existencia de decenas de monos que habían sido introducidos en varias maletas, "incluso de clientes que viajaban en primera clase", apuntó el portavoz sindical. "Según lo que hemos podido saber, la mayor parte de la carne de mono pertenece a diplomáticos y ejecutivos de Guinea".

No sólo son monos los animales que son transportados en este vuelo. Según las fuentes consultadas, en las maletas se ha encontrado "una especie de escarabajo gigante que también consuen estas personas".

"Todos estos animales", continuó el portavoz, "se facturan como equipaje ordinario en cajas de cartón, sobre todo. Aparte de la sangre, que carcome el cartón, cuando abrimos el contenedor del avión nos tenemos que enfrentar a un hedor insoportable que no logra reducir las mascarillas que empleamos".