La familia, a la que representa la abogada Mar Vega, asegura en la denuncia que los médicos diagnosticaron gases al fallecido, de 60 años y que permaneció más de 14 horas en la sala de espera de dicho hospital sin ser atendido, hasta que finalmente fue ingresado en el Servicio de Cardiología, donde murió.

El escrito de denuncia indica que los hechos ocurrieron el18 de marzo de este año, cuando el fallecido, que ya tenía antecedentes médicos por insuficiencia cardíaca e hipertensión, comenzó a encontrarse mal mientras estaba en su domicilio, "sintiendo una opresión en el pecho, dolor de estómago y gran malestar general".

Por ello, sus familiares llamaron sobre las 1,30 horas de la madrugada a una UVI móvil dependiente del Insalud, que se presentó en la vivienda media hora después con tres sanitarios, quienes, "con muy malos modos y muy ofendidos, según ellos, or la hora a la que se les había llamado", diagnosticaron que tenía un cólico de gases y se negaron a trasladarle al hospital.

Ante la insistencia tanto del paciente como de la familia, que ya había indicado que aquel tenía antecedentes cardíacos e hipertensión, los médicos realizaron un electrocardiograma que indicó, según uno de los facultativos, que "se veía algo en el lado derecho" aunque sin importancia, de acuerdo con el escrito.

Sin embargo, los médicos "se limitaron a ponerle una inyecció de buscapina para calmar el dolor y que tomara 'Almax' para el estómago", lo que no evitó que el paciente siguiera sufriendo dolores y mal estado general, por lo que la familia volvió a llamar a Urgencias del Insalud a las 7 horas del mismo día.

MALOS MODOS

Posteriormente, continúa la denuncia, se presentó un médico en el domicilio "y tras ver los informes y sin ni siquiera reconocerlo manifestó que no era necesario mandar una ambulancia ni hacer nada, sino que debíamos esperar y que el cuadro clínco desaparecería cuando se eliminaran los gases. Se enfadó mucho y con muy malos modos dijo que no se le volviera a llamar".

Ante ello, la familia decidió trasladar al paciente con su vehículo particular al Hospital Gregorio Marañón, donde ingresó en el servicio de urgencias sobre las 8.28 horas, aunque allí fue llevado a una sala de espera. "Desde la hora de ingreso en urgencias hasta las 23.00 horas, el paciente estuvo sentado en una silla de ruedas en la sala de urgencias", señala la denuncia.

A esa hora, fue llevado al servicio de cardiología del hospital, "donde se le diagnostica un infarto agudo de miocardio que afecta a ocho décimas partes del corazón, por lo que se le ingresa en la Unidad de Cuidados Intensivos Coronarios, en donde y a pesar de que se intenta salvar su vida, fallece el día 20 de marzo de 1996", a las 5,30 horas.

En la denuncia, presentada el pasado 17 de abril y que fue admitida por la jueza Clara Penín, la familia solicitó que se averiguara la identidad de las persona intervinientes y los hechos ocurridos y se requiriese el historial clínico al hospital.

Esta última petición fue rechazada por la magistrada tras recibir un informe de dicho centro sanitario que sirvió de base al médico- forense del juzgado para dictaminar que "no se aprecia negligencia alguna en el tratamiento dispensado" al paciente.

Sin embargo, la familia presentó un recurso que fue admitido el pasado 25 de septiembre por la jueza, que ha ordenado al Gregorio Marañón que le remita la totalidd del historial clínico del fallecido con el fin de que el forense emita un nuevo dictamen.