Así lo denuncia el grupo de madres que se ha unido para crear la Asociación de Usuarias de Puntos de Encuentro de la Comunidad de Madrid para, de esta manera, "luchar por la felicidad" de sus hijos, en su mayoría procedentes de "hogares violentos".

Según afirmaron en rueda de prensa Isabel, Carmen y Pilar, "usuarias" de estos centros, los "puntos de encuentro" llevan años funcionando "sin ninguna normativa legal", gestionados por entidades privadas "en las que los poderes públicos han delegado el seguimiento de estos contactos".

Estas madres alertaron de que los citados centros "no son lugares neutrales que dan cuenta de la situación de los niños", sino que, en ellos, "se llega a someter a los pequeños a coacciones, amenazas y acosos semanales, cuando no malos tratos, para dar cumplimiento a un régimen de visitas".

Tras denunciar el "escaso nivel de formación" del personal que trabaja en estos centros, estas madres aseguran que los informes que se emiten en estos centros son "parciales y sesgados", pues "anteponen sistemáticamente la ejecución de la sentencia al bienestar y los derechos del niño", e incurren en irregularidades administrativas, según afirman.

Ellas mismas dicen haber sido "observadas con rechazo y recelo" por parte de estos profesionales, que las han considerado "sospechosas de inventar acusaciones de malos tratos o abusos y de manipular a sus hijos", inculcándoles "odio" hacia el otro progenitor.

Además, estas mujeres aseguran "no haber encontrado la respuesta y ayuda que necesitan" en las instituciones, refiriéndose al Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid o a la Fiscalía de Menores.

Por todo ello, exigen que el funcionamiento de los puntos de encuentro sea regulado "de inmediato" y supervisado periódicamente por evaluadores independientes.

CÁMARAS Y POLICÍAS

La presidenta de la Federación de Mujeres Separadas y Divorciadas, Ana María Pérez del Campo, hizo expreso su apoyo a estas mujeres e insistió en la necesidad de "grabar" estas visitas. "Queremos luz y taquígrafos, que se grave en los puntos de encuentro", subrayó.

"Me consta que trabajadores de estos centros han pedido a madres que no lleven a sus hijas con falda, porque sus padres les hacen cosillas", denunció Pérez del Campo. A esto, añadió que "cuando la madre lo ha pedido por escrito, para denunciarlo, el centro se ha negado".

Además, la presidenta de esta federación recordó que el año pasado murieron por malos tratos en España siete niños que estaban en régimen de visitas. Otras de las reivindicaciones de esta nueva asociación son la presencia de psicólogos infantiles y de la Policía Nacional en estos puntos de encuentro.

También piden "que los niños sean oídos en todo caso", que se contemplen las visitas "como un derecho, y no una obligación", y recoger en los informes de los centros las causas de la cancelación de visitas, ya que, en muchos casos, se debe "a que el propio niño se niega a ver a su padre".

La Asociación para los Derechos del Niño y la Niña (Prodeni) ha emitido esta misma mañana un comunicado en apoyo a la nueva asociación, lanzando también una petición al Gobierno para elaborar un libro blanco sobre la Administración de la Justicia en derecho de familia.