El niño, que permanece ingresado en la sección de pediatría del Hospital Universitario de Getafe, sufre quemaduras de primer y segundo grado en los testículos y en las manos.

El suceso ocurrió el pasado martes por la noche, cuando el niño orinaba en una farola de la Calle Espinarejo, en el barriio toledano de Santa María de Benquerencia, según informó el Gobierno Civil de Toledo.

Una descarga eléctrica le produjo raves quemaduras al menor en testículos y manos. Tras ser atentido en el servicio de Urgencias del Hospital Virgen de la Salud de Toledo fue trasladado al madrileño Hospital de Getafe.

Los servicios técnicos del Ayuntamiento de Toledo han afirmado que la farola se encontraba en perfecto estado de funcionamiento antes de ocurrir el accidente, mientras que la familia del pequeño sostiene que el cajetín de la farola estaba abierto.

El Ayuntamiento toledano, según una nota de prensa del consistorio, a abierto un expediente informativo para conocer las causas y circunstancias del suceso, a la vez que ha contactado con la familia del pequeño ofreciendo su colaboración.