Según informó hoy en una nota "El Refugio", un perro de raza pitbull, con nueve años y de nombre "Barón" fue "injustificadamente abatido" por el agente denunciado "en unas circunstancias que, de ninguna manera, pueden encontrar acomodo en la legalidad vigente y que son totalmente contrarias a Derecho".

Esta asociación explicó que el perro se hallaba el pasado miércoles en el patio delantero de un chalet de Camarma de Esteruelas, pero entró de forma fortuita en el patio contiguo por un hueco de la alambrada que separa los dos jardines.

La vecina del chalet contiguo, al llegar a su vivienda, observó que el perro de la vivienda vecina se encontraba en su jardín delantero.

Al no encontrarse en ese momento en casa los propietarios del animal, la propietaria de la vivienda donde en esos momentos se hallaba el perro entró en casa de otra vecina, desde donde avisó a la Policía Local de Camarma de Esteruelas.

Minutos después, se acercó al lugar un agente, quien, según "El Refugio", disparó con su arma reglamentaria desde la calle contra el animal.

"El Refugio" señaló que los propietarios del can aseguran que el policía disparó al animal de forma injustificada, ya que el perro estaba encerrado en el patio y "no estaba provocando ninguna situación objetiva de riesgo para nadie".

Según esta asociación protectora de animales, el agente pudo resolver el incidente "utilizando otros medios más idóneos o proporcionados, tales como tranquilizantes, localización de su propietario o avisar a la perrera municipal para que lo retiraran, pero no lo hizo y optó directamente por matar a tiros al animal".

Los dueños de la mascota están "destrozados" y afirman que el perro tenía un carácter pacífico y apacible y nunca tuvo actitudes agresivas con personas ni con otros animales, sino que, además, solía jugar con niños, otros canes y con gatos.

Para "El Refugio", estos hechos son constitutivos de un presunto delito de maltrato grave de animales domésticos, tipificado en el Código Penal.

En este sentido, el presidente de "El Refugio", Nacho Paunero, recalcó que "este tipo de actuaciones son impropias de un país civilizado. Existen infinidad de formas antes que liarse a tiros".