Según la denunciante, la directora del centro le dijo al principio que admitían al niño, aunque en el momento de formalizar la matrícula aseguró que no tenían plazas disponibles para su hijo.

Con el objetivo de comprobar si los argumentos de la directora eran ciertos, María Teresa Albert se puso en contact con otras personas para que inscribieran a niños de raza blanca de la misma edad que el suyo en la guardería. Tras realizar las peticiones, estos niños fueron admitidos sin ningún problema, según su versión.

La madre del niño de raza negra presentó una denuncia ante la inspección del departamento de Enseñanza de la Generalitat y otra ante el Juzgado de Instrucción número 2 de Mataró (Barcelona) por presunto racismo y acogiéndose a diversos artículos de la Constitución y del Convenio Europeo de Derechs Humanos.

Según María Teresa Albert, dispone de una grabación realizada por una emisora de radio en la que la directora confirma la existencia de plazas disponibles en la guardería.