Los responsables de la muestra universal abrieron este pasado lunes el plazo para realizar esas tareas en la isla de La Cartuja, que quedará ocupada por el proyecto "Cartuja'93".

La Expo-92 aprobó recientemente 32 proyectos de demolición y desmontaje de edificios de algunos de los países participantes, entre los que figuran Australia, Dinamarca, Israel, Yugoslavia, Alemania, Japón y China.

D los casi 45 pabellones que tienen previsto su derribo o traslado, 13 no han presentado a la organización ningún proyecto de demolición o desmontaje, como Arabia Saudí, Papua Nueva Guinea, Irlanda, Estados Unidos y Omán, entre otros.

Para que la Expo-92 dé el visto bueno a los proyectos de demolición es requisito indispensable que los participantes hayan liquidado sus deudas con la sociedad estatal. Algunos de los países que aún no han liquidado sus cuentas con la muestra universal son Paraguay, Puert Rico, Túnez y Paquistán.

De un total de 95 pabellones que participaron en la Expo-92, cerca de 50 permanecerán en el proyecto "Cartuja'93". La organizadora ha anunciado que países como Portugal, Reino Unido, Méjico, Mónaco, Corea, Hungría, Kuwait y Bélgica gestionan actualmente los correspondientes trámites para que les sea autorizada su continuidad en la isla de La Cartuja.

La sociedad estatal ha prorrogado hasta el día 30 de noviembre el plazo para que los pabellones que aún no lo hayan hecho resenten los proyectos de demolición de sus edificios. El derribo o desmontaje de estos edificios se podrá realizar hasta el día 31 de marzo de 1993.

A los 1.200 millones de pesetas que se prevé puedan gastar los participantes en la demolición o desmontaje de unos 45 pabellones, hay que sumar el coste del traslado de los materiales de dichos edificios, por lo que el gasto final puede ser sensiblemente superior a esta cifra.