Pese a ese descenso, las cifras son positivas respecto al primer trimestre del año, cuando la demanda de electricidad se redujo un 3,9 por cien, una de las caídas más altas de Europa, lo que Unesa achacó a la crisis.

En esta ocasión, los mejores datos del segundo trimestre se han producido, de acuerdo con los responsables de la patrona eléctrica, por coincidir con la temporada turística alta, que hace aumentar el consumo de electricidad.

En junio, hubo ya un aumento del 2,5 por ciento, y en la última semana de julio analizada, del 5 al 11, el incremento fue del 0,7, respecto al mismo perido del año anterior.